10 películas imprescindibles para una Navidad inquisitorial

¡Pues llegó la Navidad, una muy relevante fecha para el cine! 

En esta época de villancicos y cuñadismos varios, estos filmes clásicos navideños pueden (y lo hacen) salvar las sobremesas empachosas de las que conviene huir para preservar la cordura. Y en Espanish Inquisition no queríamos ser menos en la causa de la salud mental: aquí os ofrecemos una lista con nuestras películas favoritas para este periodo entre años.

por ALL 

SÓLO EN CASA (Chris Columbus, 1990)

No me considero un gran nostálgico de la infancia. Pero inevitablemente uno ha sido niño y lo que gustó una vez, quedó para siempre grabado con un halo de emoción que aguanta el tipo al revisar Sólo en casa. Esta película, como su secuela ambientada en Nueva York u otras como El peque se va de marcha (P. R. Johnson, 1994), supuso alguna de mis primera tomas de contacto con el cine (aunque fuera en brasero de mi casa, en Antena 3 y con la batería de anuncios de juguetes de turno). El motivo no es muy complicado, es la fantasía de todo niño burgués: libertad para hacer trastadas en una casa enorme, juguetes, macarrones con queso y toda una serie de trampas para el desarrollo del slapstick. Lo cierto es que Sólo en casa podría considerarse como un all-star de la comedia familiar. El guión es de John Hughes (autor de clasicazos del coming of age como El club de los cinco o La chica de rosa), la música es de John Williams y está dirigida por Chris Columbus (Gremlins, Goonies, Señora Doubtfire y la dos primeras de Harry Potter). Si a todo eso le añadimos ese ladrón canalla interpretado por Joe Pesci, ya tenemos la película de iniciación perfecta.

DESCUBRIENDO A FORRESTER (Gus Van Sant, 2000)

Para muchos una película menor de Van Sant. Para mí, la mezcla ideal entre un coming of age, cultura baloncestística, literatura y Nueva York. La historia del joven Jamaal del Bronx y su tormentosa amistad con el cascarrabias escritor Forrester (Sean Connery) es todo un cuento de navidad con una crítica (leve, eso sí) a los estereotipos y a lo estirao del habitante medio de Manhattan. En especial si es blanco y se dedica a la enseñanza. Agradable sorpresa la de encontrar en esta cinta a actores y actrices ahora consolidados como Anna Paquin o Michael Pitt en roles de juventud. En todo caso, ver pasear a Connery en bibicleta por un Harlem desierto con Gassenhauer de fondo bien vale una oportunidad. 

TOKYO GODFATHERS (Satoshi Kon, Madhouse, 2003)


La más accesible, por convencional, de las películas del aclamado Satoshi Kon, uno de los genios de la animación japonesa del nuevo siglo. Y es que, lejos de recurrir a los habituales excesos narrativos, la película de Kon es un tierno cuento de navidad en el que tres peculiares Reyes Magos -un travesti, un vagabundo y una adolescente a la fuga- encuentran abandonado a un recién nacido en la víspera de Navidad. La travesía por buscar a los padres del bebé adquiere tintes verdaderamente fellinianos, especialmente en el caso de unos personajes en busca de la redención de un pasado problemático. Maravillosa factura del estudio Madhouse para un clásico en las filmografías navideñas. 



SCOTT PILGRIM VS. EL MUNDO (Edgar Wright, 2010)

La adaptación del célebre cómic de Bryan Lee O'Malley es otro clásico en mis navidades, éste sí debido básicamente a los parajes nevados del suburbio canadiense en el que se ubica la acción. En este film, como si de los trabajos de Hércules se tratara, el inefable Scott Pilgrim (Michael Cera) debe luchar a muerte contras los siete ex malvados de su potencial novia, Ramona Flowers. Ramona Flowers.  Ramona Flowers. Ramona Flowers (nada que ver con la familia Flores), el mejor nombre de mujer que ha dado la ficción occidental en milenios de historia. En resumen: batallas de bajistas, videojuegos, amplio tratamiento de lo socially awkward, grafismo en su máximo esplendor y una de las mejores intros que recuerdo.


THE DISAPPEARANCE OF HARUHI SUZUMIYA (Tatsuya Ishihara y Yasuhiro Takemoto, Kyoto Animation, 2010)

Se ha convertido poco a poco en mi película imprescindible de cada fin de año. Más allá de mi filiación a la saga Haruhi Suzumiya y a que se ambiente en esa previa a la Nochebuena, la primera (y hasta la fecha, última) incursión de la franquicia en el medio cine es altamente satisfactoria. Lejos de las mayores estridencias de la serie televisiva, en La desaparición de Haruhi Suzumiya el habitual escudero Kyon se encuentra, de un día para otro, en un mundo sin Haruhi. La nueva realidad le obligará a confrontar su cinismo habitual y decidir si se queda en un mundo anodino y seguro sin Suzumiya o si ya no puede vivir sin ella ni su caótico devenir. Para los indecisos como Kyon dejo aquí el trailer, uno de los mejores usos del Gymnopédie No.1 de Satie ever:





por Carlos P. Llop (@carlospllop)


Pues si Antonio, todos tenemos esas pelis especiales a las que nos gusta regresar por Navidad, aquellas que, sean mejores o peores, calaron en lo más profundo de nuestros corazocitos cuando éramos niños. Una de ellas, para mi, es esta versión moderna del Cuento de Navidad de Dickens Los Fantasmas Atacan al Jefe (Scrooged) dirigida por Richard Donner (Los Goonies16 calles o la mítica saga Arma letal).


LOS FANTASMAS ATACAN AL JEFE (Richard Donner, 1988)


Aprovechando el especial que empecé a publicar recientemente aquí lo tenemos de nuevo, Bill Murray interpreta a Francis Cross, un ejecutivo de éxito, ególatra, egoista, sucio, ruin, traidor, tacaño, ingrato, burlón, malnacido, mezquino, hij... el típico jefe (bueno está el mío y pocos más) al que se le sube el poder a la cabeza.
Prueba de ello es que Cross no duda en despedir a un trabajador el día de nochebuena simplemente por hacer una leve crítica de un anuncio sobre la representación del cuento de Dickens (ojo a la pista de Donner, por si no quedaba claro el homenaje, para los más psicoanalistas, ahí lo deja).
En una de esas a Bill Murray, que no se puede dejar de decir que es el amo en este tipo de papeles, se le aparece Lew Hayward, su antiguo jefe que lleva unos años muerto. Este le advierte que debe cambiar su actitud o acabará más solo que la una. Cross no le cree, piensa que está alucinando debido al exceso de trabajo. Así que serán 3 los fantasmas encargados de mostrarle el pasado, presente y futuro. ¿Lograrán hacerle cambiar? Puede que verse dentro de su propio ataúd, con solo un par de asistentes a su entierro le ayude un poco...

Como dato anecdótico, cuando era un renacuajo estaba convencido (gracias al poder de nuestros excelentes traductores de títulos) de que se trataba de una secuela de Los Cazafantasmas...  eso de los fantasmas y que el jefe sea justo Bill Murray es una forma muy desleal de engañar a un niño, OMG!


JUNGLA DE CRISTAL (John McTiernan, 1988)













"Ahora tengo una ametralladora, HO, HO, HO". Bonita postal Navideña. Junto a Arma Letal (Richard Donner), Jungla de Cristal es uno de esos filmes (bueno, uno de esos, no... es EL FILM) de acción entrañables ambientados en las fiestas más longevas del año, que cualquier nacido en los 80’ va a recordar de por vida.
La película que catapultó a la fama al carismático Bruce Willis y dio a conocer a su personaje emblema, John McLane (destrozado por completo en la cutre 5ª entrega de la saga).  

¿Qué vamos a contar de La Jungla a estas alturas? Frases míticas, acción por un tubo, malos ahorcados, villancicos y Carl Wisnlow al otro lado del walkie… Y este convincente tráiler Made in Spain de tintes ochenteros (con esa musiquilla y esa voice over  tan emblemáticas) quizá no apto para los más jóvenes  pero, que harán de las risas entre los de mi generación.



EDUARDO MANOSTIJERAS (Tim Burton, 1990)




















Hubo una época en la que Tim Burton era considerado un autor (pese a no escribir la mayoría de sus guiones al menos un servidor así lo considera) de los que iban a marcar época, con una personalidad, un manejo de la puesta en escena y una estética que lograron crear en el sello Burton una firma inconfundible. Con unas cuantas obras magnas a sus espaldas como Ed Wood, Big Fish, o la que aquí nos atañe Eduardo Manostijeras. Todo esto fue antes de que se pusiera a trabajar simplemente con la inercia del éxito. El film nos presenta a Edward (Johnny Depp), un personaje ya mítico, cuya historia está inspirada indudablemente en la de Frankenstein. Edward vive solo en una mansión desde que su creador (interpretado por Vincent Price, figura que inspiró y a la que Burton admiraba fervientemente) muriera tiempo atrás, justo antes de colocarle sus manos definitivas (¡vaya putada!) quedándose con un cuerpo bello, pero deteriorado por los cortes ocasionados por unas manos de tijera que antaño usaba para trabajar fabricando galletas. Su creador quiso saber si podría darle a la criatura capacidad de razonar, pero también de amar. Y justamente es esto de lo que tratará la película. Tras la salida de Edward de la mansión viviremos una de las historias de amor más bonitas narradas a finales del s. XX. A la chica la interpreta Winona Rider, una preciosa y joven actriz que por aquel entonces apuntaba unas maneras que luego se dejó por el camino. 

UN PADRE EN APUROS (Brian Levant, 1996)



Si un servidor tiene algún placer culpable que confesar ese es el echo de repetir una y otra vez en sus navidades pre-adolescentes Un padre en apuros de Brian Levant, director de “éxitos” como Los Picapiedra, Beethoven, uno más de la familia o Este Chico es un Demonio 2 (otra de mis sagas fetiches en los años de niñez). La trama es muy simple, un padre que no tiene demasiado tiempo para atender a su hijo, que siempre falta a su palabra y que se juega definitivamente el amor de este con otra de esas promesas casi incumplibles, ¡le regalará un Turboman por Navidad! ¿Es mala, y qué? Es lo que tiene que Shcwarche te marque con Terminator 2 a los 11 años.  ¡Y verle hostiar a un reno no tiene precio!

QUE BELLO ES VIVIR (Frank Kapra, 1946)
















Es muy difícil hacer una lista de recomendaciones navideñas sin incluir en ella la obra maestra de Kapra (Caballero sin espada, Arsénico por compasión). Seguro que la mayoría que han podido disfrutar de película han visto reflejado en ella ese espíritu navideño del que siempre habla la gente y que cada vez se va perdiendo más entre la humanidad. Nos encontramos ante la historia de George Bailey (James Steward), un honrado banquero (¿Quedará alguno en la actualidad? ¿Y en Bankia?)  que se siente acosado por otro banquero más poderoso cuyo propósito es hundirle y hacerse con el poder de todo el negocio. El día de nochebuena, tras la desaparición de un montón de dinero (pasta, money, no preferentes, hemos dicho que era honrado!) lo cual supondrá su ruina y la de un montón de familias, Bailey no ve otra salida más que el suicidio. Pero justo antes de que lo cometa se da un bonito giro argumental (¿¡En los 40 ya hacían estas cosas!?) que servirá para tratar de hacerle ver todo de otro modo. El final es de esos que te dejan con buen sabor de boca, y deseando que de verdad las cosas sucedieran así en la realidad. 

Aquí dejamos este especial navideño, no sin antes recomendaros este capítulo de la interesante Black Mirror que llega en breve a nuestras pequeñas pantallas:



¡Felices fiestas y buen entrada de año!

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