Samurái (Hiroshi Inagaki, 1954)

por Carlos P. Llop (@carlospllop)

Con este post damos comienzo a un apartado que tendrá bastante importancia en Espanish Inquisition y que abarcará un poco de la historia del cine japonés (una pasión oculta, o no, de quien escribe). En este caso nos centraremos en el cine Japonés de carne y hueso (de samuráis, of course, pero no solo eso), ya que para el anime contamos con todo un experto en materia como es ALL y, aunque puede que en un tiempo un servidor se atreva a hacer algún pinito por esos lares, el grueso de esa importante vertiente queda a muy buen recaudo en sus manos.

Aunque se trate de un filme menos conocido que obras maestras como las que trataremos en breve: "Los siete Samuráis" o "Yojimbo" de Akira Kurosawa o "Harakiri (Seppuku)" de Masaki Kobayashi, damos el pistoletazo de salida con la primera entrega de la trilogía que Hiroshi Inagaki dedicó a la figura del Samurái. 


Toshiro Mifune (nombre que iremos repitiendo hasta la saciedad de ahora en adelante) interpreta a Takezo, el protagonista de la trilogía. Mifune es el actor más carismático del cine samurái y cualquier película en la que él aparece gana por su simple presencia. Digamos que podría ser como un Bruce Willis en su pleno explendor (cuando tenía más pelo, hacía aquello de los morritos y no encadenaba un número importante de pelis truño total a sus espaldas), pero aun con más carisma. Destacan en él su poder interpretativo, esa forma de gritar el japonés, sus gestos corporales y faciales, su manejo de la katana...  una serie de factores que lo convirtieron en el icono representativo dentro de este género del cine nipón.   

Takezo y su amigo Matahachi abandonan el pueblo para luchar con su ejército, pero tras ser derrotados se refugiaran en casa de Oko, una viuda que vive con su hija. A las dos mujeres se las presenta como bastante faltas de compañía masculina y veremos como intentan seducir a Takezo. Sin embargo será su amigo Matahachi el que acabe sucumbiendo a Oku, después de un fallido intento con su hija, y marchándose con ambas, olvidando a su prometida.

Ya desde el principio parece que vayamos a ver una obra épica, de inmensa calidad, que vamos a gozar de hora y media de cine japo. Y esto se consigue en gran medida gracias a la música de Ikuma Dan que suena al inicio y nos acompañará a lo largo de la narración. Puede que sea de lo mejor de un film que al final no acaba de llegar a cumplir las expectativas, sin ser ni mucho menos una mala película. Eso si, de entrada encontramos a Mifune sin su característico bello facial y esto, queráis que no, sabéis que algún punto resta. 


Lo que si queda patente es que nos encontramos ante una película ligeramente diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, y más si venimos de ver unas cuantas del género en blanco y negro. El film se presenta a color, y se dice y se observa que su realización se enfocó de cara a darle una fácil distribución por el mercado Hollywoodiense (dentro del cual poco tiempo antes había empezado el boom del cine japonés). Si el propio Kurosawa tomó influencias occidentales, no se puede negar que Miyamoto también bebió bastante de los clásicos americanos de la época. 

Sea como fuere, parece que la cosa les salió a las mil maravillas puesto que "Samurái" se llevó el Oscar a la mejor película extranjera en 1955 (Curiosamente “Los siete samuráis”, siendo la Obra Maestra, en mayúsculas, producida ese mismo año solo obtuvo 2 nominaciones a dirección artística y diseño de vestuario en 1957, dos años después. Para que veamos que hace 60 años en la Academia ya venían marcando estilo).


Detalle curioso durante secuencia de la guerra cuando se aprecian, varias veces, unos efectos de rayos en la tormenta bastante conseguidos para la época (debieron quedar bastante satisfechos con el resultado ya que aparecen, y vuelven a aparecer, y vuelven... La primera vez te quedas pensando... ¿Eso era un rayo? y te lo dejan claro, vamos).


Pero que no parezca que hablamos de una mala película. Todo lo contrario, nos encontramos ante un filme divertido, que cuenta la historia del ascenso de un joven a hombre, a samurái, y lo complicado que resulta el camino. Tras esquivar a la muerte, Takezo se convierte en Musashi Miyamoto (ya que cuando uno es nombrado samurái se supone que renuncia a su antigua vida, incluso a su nombre), deberá renunciar al amor  para iniciar el viaje que le va a convertir en un gran maestro samurái... 


Trailer:

*Un apunte: Para los que vayáis a ver la peli por primera vez hay una errata hallada en los subtítulos de la película de la versión en DVD editada en España por Filmax (para los que gustamos de poseer material original se agradecería detalles bien pulidos, pero en fin). Al inicio nos sitúan la acción en el año 1600 a.C., en un Japón ¿medieval..? 
La acción se sitúa realmente en el 1600 d.C. aprox., lo que vendría a ser más o menos los inicios de la era Edo. Un pequeño error con importancia, ya que si te fías la primera vez que la ves te sientes desubicado cuando en la guerra aparecen disparos. ¿Una peli de samuráis de los 50 en color, con Mifune afeitado y con escopetas en el 1600 a.C.? Esto ya es demasiado!, como no hubiera aparecido Doc Emet Brown con el Delorean cargado de metralla, dudo que esto fuera justificable y de ser así lo hubiesen partido. 



2 comentarios:

  1. ¡Bello post! Y no seas zalamero, el anime es de todos, no dudes en reseñar algún título si te apetece :P

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  2. Uehh! He de hacer aquí algo para que me avise cuando haya comentarios en los posts! Lo veo mes y medio después, pero con la misma ilusión que el primer día, jeje. Gracias muestre! Igual algún día me anim(o) a darle caña a "Cowboy Bebop", y para entonces espero tenerte con la vara preparada!!

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