Si no lo ha conseguido ya Jordi Évole complicada está la cosa...

por Carlos P. Llop (@carlospllop)
                                                                                   
Próximamente publicaré en “Espanish Inquisition”  una comparativa entre el cómic y la película de “V de Vendetta” que realicé para un trabajo de mi máster en comunicación. Hoy he creído oportuno empezar por el final, por esta reflexión que adjunté en las últimas páginas, esperando que os resulte de interés...  
                                                                                         

La historia de V de Vendetta no deja de recordarme a los acontecimientos que estamos viviendo hoy por hoy en occidente. En la última década hemos oído hablar de guerras bacteriológicas, armas de destrucción masiva, terrorismo y una serie de historias más hasta llegar a una crisis que estamos atravesando que, en ocasiones, me parece otra invención de los que mandan para tener la excusa perfecta para oprimirnos cada vez más. Al igual que en otras ocasiones se han buscado excusas para invadir un país y quedarse con su petróleo, por poner solo el ejemplo más conocido... 


Primero una década de factor miedo al cubo, los medios de comunicación han pasado de ofrecer una programación medianamente interesante a ofrecer un circo de basura en el que lo que más apesta a estas alturas son los informativos, y no hablemos del resto de la programación (se salvan muy pocas excepciones). Cuenta el tener al espectador entretenido para poder jugar sus piezas.  Me da la sensación de que pretenden volvernos a todos cada vez un poco más  gilipollas (y perdón por la expresión) o reeducarnos en la burda ignorancia, si queda así más políticamente correcto.  Ahora a parte del miedo a que nos mate un terrorista, o a morir de una gripe Z, nos están robando nuestros derechos más fundamentales y en muchos casos nos están robando el dinero. 

En España, sin ir más lejos, ha estallado una guerra del humor (por llamarla de alguna manera) en la que el que no tenga claro que en este gobierno ha robado hasta el apuntador es porque vive en otro planeta. Y parece que no pasa nada, vamos cambiando de un partido mayoritario a otro como una veleta y no damos opción a repartir el poder de otro modo. Y no recurriré al tópico de que aquí protestamos más por un penalti mal pitado que por todo lo que está sucediendo, por que la excusa barata de que el deporte desvía atenciones me parece que al final siempre llena la boca del que no menea un solo dedo. Atiende el que tiene inquietud por atender, el que no quiere dejarse manejar, ni formar parte del rebaño, el que no comulga ni en el entierro de su abuelo.


Se nos están imponiendo una serie de medidas increíbles, cada vez más duras, la juventud no tiene opción a trabajo y acumula títulos cada vez más caros. Cada vez (esta vez si recurriré al tópico) los ricos son más ricos y los pobres más pobres… el objetivo está más que claro: intentar asfixiar a la clase media. Veremos donde va a llegar todo esto.


De vez en cuando el Papa visita  España y la mitad de la población ya está contenta por un tiempo, porque Dios sabe lo que se hace... En la otra media nos debatimos los que incrédulos buscamos respuestas, los pasotas, los republicanos, los independentistas, los que cambian de opinión... esperando quizá a que llegue V para hacernos reaccionar. Pero señores, esto no es ficción, y si no lo ha conseguido ya Jordi Évole, complicada está la cosa.

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